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Mentalidad

Define el objetivo que tú quieras

Quizás creas que no debes definir como objetivo algo que pareciera que está fuera de tu control directo, ya que depende de la respuesta de otra persona. Muchos te dirán que tu objetivo debe ser algo que sólo tú puedes controlar. Yo te digo lo contrario. ¡Sé ambiciosa! ¡Permítete soñar en grande! Todo depende de ti.

Por qué uno es mejor que muchos

¿Cuando estás llena de ánimo y con la motivación por las nubes, te provocan hacer mil cosas e implementar muchos cambios a la vez, para luego darte cuenta que esos cambios no son duraderos? Si es así, en este artículo te explicaré por qué eso es normal y qué hacer para solucionarlo.

¿Por qué quieres hacer más?

Saber qué quieres hacer de más y que no logras hacer actualmente por falta de tiempo, es importante. Pero lo es aún más saber cómo crees que te sentirías si lo pudieses hacer. Porque haces lo que haces para sentirte de cierta manera o evitar sentirte de otra forma.

Cree que tienes suficiente tiempo

Tener más tiempo comienza cuando crees que es posible tenerlo. Tener suficiente tiempo para lograr todo lo que quieres, comienza cuando crees que ya tienes el tiempo necesario. Sin esa creencia instalada, no es posible lograrlo, porque por más que hagas, por más que logres, siempre creerás que no es suficiente y siempre querrás tener más tiempo.

“El tiempo no me alcanza”

Hay gente que repite sin cesar que no tienen suficiente tiempo, que el tiempo no les alcanza o que nunca lograrán hacer todo lo que quieren. Si ése es tu caso, la lectura de este artículo te ayudará a ver las cosas de manera distinta.

¿Quién decide cómo usas tu tiempo?

¿Quién decide cómo usas tu tiempo? ¿Son tus hijos, tus padres, tu marido, tu jefe, tú o la sociedad? ¿Qué tan independiente te sientes a la hora de tomar decisiones que impactarán tu manera de vivir y de usar tu tiempo? Es importante tomar conciencia sobre quién tiene control sobre tu tiempo y, por ende, tu vida.

Desear o creer

Desear algo, no es lo mismo que creer que lo obtendrás. La diferencia puede parecer sutil, pero lo cambia todo. Es la diferencia entre tenerlo o no. ¿Qué cosas deseas con toda tu fuerza? ¿Crees que esas cosas las obtendrás o las deseas más como algo que quizás algún día ocurran, o quizás no?

 No hacer nada es más difícil que hacer

No hacer nada parece ser un estado de facilidad en el que, si bien no avanzas hacia tus sueños y objetivos, al menos no utilizas tu tiempo y energía en acciones que pueden resultar inútiles. Sin embargo, no hacer nada es más difícil que hacer, y en este artículo te explico por qué.

¿De qué sirve hacerlo?

El ánimo no está. La motivación tampoco. Las dudas te embargan y te preguntas de qué sirve ese esfuerzo, por qué hacerlo. Estás segura de que necesitas un milagro o mucha magia para que las cosas cambien. ¿Y si no es así? ¿Y si todo depende de tus decisiones de cada momento y de entender por qué sirve hacerlo?

Redirecciona tus pensamientos

Cuando descubres que algo no te hace bien, ¿cuál es tu primera reacción? Seguramente es cambiarlo, desaparecerlo de tu vida, eliminarlo. ¿No te indigna saber que algo que no quieres, lo sigues teniendo? En este artículo te muestro otro método para cambiar los pensamientos no beneficiosos en otros que te generan los resultados que deseas.