Sentido de la urgencia. Esta característica consiste en pasar a la acción tan rápido como sea posible, sin esperar que todas las condiciones se cumplan, ni que las circunstancias sean idóneas. Es esta característica la que te hará actuar, sin perder tiempo.
Superación de obstáculos. Una persona productiva está dispuesta a equivocarse, a fracasar, a tener obstáculos y salir de su zona de confort constantemente. No sólo está dispuesta a vivir esas experiencias, sino también a verlas como oportunidades únicas para aprender, para desarrollar nuevas destrezas y habilidades, lo que le permitirá ir más lejos y más rápido la próxima vez.
Perspectiva. Una persona que tiene desarrollado el sentido de la perspectiva sabe que los problemas no suelen ser tan graves como parecen a primera vista y que forman parte de nuestra experiencia de vida, lo que la ayuda a ser resiliente, positiva y a superar los obstáculos más rápidamente.
Disfrute. Sólo un cuerpo y una mente feliz, es capaz de ser altamente productiva a largo plazo. Sólo una persona que disfruta lo que hace, querrá hacerlo más y mejor. ¿De qué sirve ser productiva si no disfrutas de tu vida, si no disfrutas de lo que haces?
Higiene de vida. Para producir más es necesario descansar más, relajarse más, mantener un cuerpo y una mente sana, y realizar todo lo que sea necesario para lograrlo, gracias a una buena alimentación, descanso, actividad física, hidratación suficiente y respiración adecuada Piénsalo. No puedes ser productiva si estás enferma. Una persona productiva prioriza su salud física y mental por encima de cualquier cosa.
Ayuda. Saber pedir ayuda, delegar correctamente, no creerse una en la obligación de hacerlo todo, simplemente porque somos capaces de hacerlo. ¿Cuánto tiempo ganas cuando alguien te ayuda en algo o delegas una actividad correctamente?
Esperanza. La esperanza es la capacidad de esperar algo mejor, es la confianza de que ser más productiva sí es posible, que tu objetivo sí lo lograrás, independientemente de cuántas veces lo hayas intentado, de cuántos obstáculos consigas en tu camino. Esperanza es saber que tú sí puedes.
Responsabilidad. Tomar la responsabilidad consiste en decidir cómo pensar, sentirse y actuar ante cada situación de la vida, independientemente de si eres al origen, o no, de la situación. Culpable o no, siempre tienes el poder de ser responsable.
Disciplina. La disciplina consiste en hacer lo que dijiste que harías, incluso si no te provoca.
Concentración. La concentración es la capacidad de terminar lo que empiezas, sin distraerte, de mantener el hilo de tus pensamientos y trabajar en una misma idea, una misma actividad, sin cambiar constantemente tu foco.
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