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Cambia tu mente, antes de cambiar el problema

Si un problema persiste en tu vida y no has logrado solucionarlo, cambia tu manera de pensar sobre ese problema, y el problema cambiará.

De la misma manera, si quieres mejorar tu gestión del tiempo, mejora tu manera de pensar sobre ella, y tu gestión del tiempo mejorará.

Todo cambio empieza en la mente, en nuestra percepción de aquello que deseamos cambiar y en lo que creemos de nosotras mismas sobre ello.

Si crees que eres desorganizada, impuntual, una procrastinadora profesional o que nunca podrás ser disciplinada, tus actos y tus resultados reflejarán eso.

Si crees que debes hacerlo todo, que tu lista de TO DOs debe estar vacía para sentir que sí eres productiva, entonces tu vida estará llena de estrés y de eterna insatisfacción personal.

Antes de querer cambiar la hora a la que llegas a tus citas, antes de pretender ser más productiva, disciplinada o querer cambiar la gestión de tu tiempo de cualquier manera, primero pregúntate qué piensas de esa situación, qué puedes aprender de ella, qué piensas de ti misma. Porque en la respuesta a esas preguntas está la clave de cualquier cambio, de cualquier mejora.