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Mentalidad

Diferencia entre “querer” y “provocar”

Muchas veces creemos que, porque algo no nos provoca, no debemos hacerlo. Como si fuese un mensaje celestial, un signo para no hacer ese esfuerzo, para no “forzarnos” en cumplir algo que nos parece fastidioso, que nos da flojera, que no nos provoca. Si olvidamos nuestra meta final, nuestro por qué, la abandonaremos rápidamente.

¿Haces o Logras?

Hacer cosas no necesariamente te lleva a lograr un objetivo importante para ti. La gente que más hace, no necesariamente trabaja en lo que es prioritario, en lo que vale la pena, y no necesariamente termina lo que empieza. Hacer es importante, pero sólo si se escoge hacer lo que vale la pena.

Acepta el caos

Le huimos al caos, le tenemos miedo, olvidamos su poder creador y, a veces, dejamos que tome las riendas de nuestra vida y nuestra mente. Aunque el caos no sea agradable, es necesario de vez en cuando. Por eso, deberíamos hacer lo contrario que solemos hacer: aceptarlo, entenderlo, y convertirlo en un aliado.

Deja de actuar como tú

Quien eres tú hoy en día, no es la misma que fuiste hace unos años, y no tiene que ser la misma a partir de ahora. Solo tú puedes decidir eso. Solo tú puedes cambiar. Solo tú puedes dejar de actuar como tú. ¿Quieres averiguar más? Lee este artículo.

Soy libre y dueña de mi tiempo

Lo que te dices y te repites, casi sin darte cuenta, tiene un efecto poderoso sobre ti, porque refuerza tus creencias más profundas y no te permite, ni siquiera, ponerlas en duda. Esto es cierto en cualquier área de tu vida y lo es también en la gestión del tiempo. Creer cosas nuevas no siempre es fácil, pero vale la pena el esfuerzo.

El poder de las palabras (1)

Las palabras que escuchamos de los demás son muy poderosas, porque pueden tener efecto sobre nosotras, si nos lo creemos. Pero las palabras que nos decimos a nosotras mismas son las más fuertes de todas, porque no dudamos de ellas. Si son positivas, muy bien, pero ¿qué tan positivo es todo lo que te dices continuamente?