Las Preguntas Poderosas
Tu cerebro no distingue si una pregunta es mala para ti (y no responder a ella) o si es buena para ti. Él siempre va a responder a las preguntas que le haces. Por ello, ten mucho cuidado con la calidad de las preguntas que te haces. Recuerda que la calidad de tu vida depende de ello.