Rompe tus creencias limitantes
Obsérvate con curiosidad, identifica qué crees de ti misma y que no te es beneficioso. Presta atención a cómo te hablas, lo que te dices, cómo te describes ante los demás. ¿Es de manera positiva o no? Cambia tu percepción de ti misma. Comienza a buscar evidencia que lo respalde. Demuéstrate que estás equivocada.