El problema es que a veces confundimos placer con importancia, y solo perseguimos aquello que nos da mayor placer, sin pensar en la importancia de la consecuencia de nuestros actos. De ahora en adelante, antes de actuar, piensa en las consecuencias posibles de tus decisiones. Piensa en su importancia versus el placer. Dale mayor prioridad a lo realmente importante.
Cuida cada cosa que hagas, cada palabra que digas, cada pensamiento que tengas, porque mientras más lo hagas, más lo repetirás, en ésa y en otras esferas de tu vida, lo quieras o no. Lo que haces, tenderás a repetirlo más que lo que no haces.
Solemos vivir una vida en piloto automático, repitiendo un día tras otro, atrapadas en una vida que depende de decisiones pasadas o decisiones de otros. Para cambiar, primero debes tomar conciencia de esto y comenzar a preguntarte qué tanto te interesa lo que haces. En este artículo encontrarás una manera fácil de lograrlo.
Tu ancho de banda mental es el conjunto de pensamientos que ocupan tu mente. Son los pensamientos, repetidos o no, que piensas durante un período de tiempo. Ocupa ese espacio mental, de manera proactiva, con los pensamientos que deseas, con los que te acercarán a los resultados que buscas, en lugar de dejar que pensamientos parasitarios definan tu vida.
¿Qué quieres lograr en tu vida? ¿En qué tipo de persona te quieres convertir? ¿Qué te gustaría cambiar? ¿Qué tienes actualmente en tu vida, que quisieras eliminar? ¿Qué quieres agregar a tu rutina, a tu existencia? Ahora dime, ¿cuál es la mínima acción, la acción más pequeña que puedes tomar ahora mismo y que te acercará a ese sueño?
Si quieres mejorar tu nivel de concentración y disminuir las distracciones, debes comenzar a aumentar tu conciencia y a medir qué tanto te distraes durante el día. Para ello, te presento el log de las distracciones, una especie de diario que te ayudará a definir cuáles son los factores que contribuyen a tu falta de concentración.
Nuestro cerebro está diseñado para preferir lo urgente, lo fácil, lo divertido, lo placentero, en lugar de… lo importante. El problema es que lo mejor y lo importante, casi nunca es lo urgente, ni lo fácil, ni lo divertido, ni lo placentero. Sé consciente de esto para tomar mejores decisiones con tu tiempo.
Date el derecho de ser quien eres, de experimentar nuevas cosas, de disfrutar la vida, de utilizar tu tiempo de la manera que mejor te parezca. Date el derecho de ser, pensar, hacer y tener lo que quieras… sin culpa, sin arrepentimientos, sin pedir perdón, ni la autorización de nadie. Date el derecho.
La vida es muy corta para no buscar la excelencia en cada acto. Si hay algo de lo que haces que no quieras hacer de manera excelente, pregúntate más bien por qué lo haces y cómo puedes dejar de hacerlo. La vida tiene más sentido y es más sabrosa, si trabajas -intencionalmente- buscando la excelencia en cada cosa que haces.
En este artículo encontrarás un ejercicio práctico, en diez etapas, que te llevará media hora para realizar, y que te ayudará a planificar conscientemente tu próximo mes, no con las actividades que sueles hacer, sino con aquellas que más aportan a tu bienestar. Planificar de manera consciente, es una decisión de liberación y determinación personal.