Prepara tu día
La diferencia entre tener un día mediocre, uno “normal” o “equis”, y uno extraordinario empieza de la manera en la que preparas tu día. Si lo empiezas sabiendo qué dirección le quieres dar, qué quieres lograr y cómo te quieres sentir, aumentas la posibilidad de que sea así, independientemente de los eventos externos.