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Vida genial

¿Sobrevives o te desarrollas?

El ser humano, como cualquier otra especie, ha evolucionado para sobrevivir. Sin embargo, cuando la supervivencia ya no es el mayor desafío, cuando las necesidades básicas están cubiertas y sabes que no morirás de hambre, de frío o asesinada por algún depredador, el instinto de evolución y desarrollo sale a flote.

Escoge tus problemas

¿Cuáles problemas tienes actualmente? ¿Qué piensas de ellos? ¿Te harán crecer como persona o te hacen sentir horriblemente mal? ¿Qué tal si comienzas a cambiar la manera en la que piensas de tus problemas, si comienzas a describirlos de manera distinta, para que te den fuerza y te hagan crecer como persona, en lugar de minimizarte?

El silencio y la soledad

A muchas personas les aterroriza el silencio y la soledad. La razón de ellos es que les da miedo lo que puedan descubrir, gracias a ellos. Sin embargo, el silencio y la soledad son excelentes consejeras, si las sabes utilizas, si tienes las herramientas para sentir tus emociones, escuchar tus pensamientos y seguir tus instintos.

Deja de focalizarte en tus problemas

Si te focalizas mucho en lo negativo de tu vida, en lo que no está bien, en tus problemas y preocupaciones, deja de hacerlo por un momento y comienza a cambiar tu foco hacia los demás, hacia el por qué haces lo que haces, hacia tus metas y objetivos, de manera bonita, agradable y positiva.

Trabajar en lo que te interesa

En el estado actual de cosas, la tecnología está hecha para que -gracias a diferentes tipos de estímulos y recompensas – tu concentración esté fragmentada. En lugar de luchar en contra de las distracciones constantes, es mejor para tu propio bienestar, aumentar el estado de Flow, es decir, realizar más de lo que más te guste hacer.

¿Creces o te estancas?

El ser humano siempre tiene el poder de escoger entre dos alternativas: crecer y superarse o estancarse y comenzar a morir. Cada día de tu vida puedes escoger entre estas dos opciones. La primera es difícil, pero gratificadora y la segunda es fácil, porque es conocida, pero no te dejará mayor gratificación.

Mata al monstruo pequeño

Matar a un monstruo cuando es pequeño, en lugar de cuando se vuelve grande, es una alegoría para recordarnos que el dejar los problemas sin resolver, equivaldría a dejar ese problema, ese monstruo crecer y hacerse más grande. Un problema sin resolver disminuye tu determinación y confianza, además de convertirse en uno más difícil de solucionar.

Simplifica para profundizar

En el artículo anterior vimos la importancia de simplificar tu vida, para tener una de mayor significado. Aquí te hablaré de otro aspecto de la simplificación de la vida: de la importancia de eliminar, y también de ser consciente con qué vas a ocupar el espacio, tiempo y energía nueva que tienes, gracias a ese proceso de simplificación.

Simplifica tu vida

¿Te hace falta tiempo para hacer todo lo que “tienes” o “debes” hacer? ¿Crees que todo se resolvería si tu día, de repente, tuviese 48 ó 72 horas? Yo creo lo contrario. Para mí, la solución no es buscar más tiempo, sino hacer menos, simplificar la vida. Simplificar la vida no es hacerla más compleja, sino más profunda.

Toma el control de tu tiempo

El uso que haces de tu tiempo solo depende de ti, de lo que crees que debes hacer o no, de qué tan clara tengas la dirección que quieres darle a tu vida. Por muy difícil que parezca, el uso que haces de tu tiempo no depende de tu jefa, de tu pareja, ni del Gobierno.