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Perder tiempo

Profundidad vs. Cantidad

Cuando te fijes objetivos, agregues un item en tu lista de TO DOs o coloques algo en tu agenda, es decir, cuando decidas hacer algo nuevo con tu tiempo, recuerda escoger profundidad, en lugar de cantidad. En lugar de decidir correr todo el día, escoge el análisis, la reflexión y los detalles en lo poco que hagas.

Para qué no deberías tener tiempo

Hay situaciones para las que es mejor no tener tiempo. Cuando te des cuenta de que estás metida en ellas, es mejor cambiar. Sin embargo, para lograrlo es necesario, primero, que te des cuenta, que seas consciente de cuáles son. En este artículo comparto contigo aquellas situaciones para las que prefiero no tener tiempo.

Hábitos contraproducentes en la gestión del tiempo

Estos tres hábitos parecen que te harán ganar tiempo, hacerte más productiva y lograr más. En realidad, su efecto es contrario: te hacen perder tiempo, te estresan, generan caos en tu vida, mientras te dan una falsa sensación de avanzar y manejar bien tu tiempo. Saber identificar si alguno de ellos está presente en tu vida, es primordial.

Hazle caso a tus distracciones

Una distracción es todo evento o persona que te aleja de tu objetivo actual. Por ello es vital aprender a manejarlas, si quieres aumentar tu productividad. Entender por qué quieres distraerte, sin necesariamente sucumbir ante la distracción, ni ignorarla a toda costa, es el primer paso para aprender a manejarlas.

Transforma tus obstáculos

Mirar tus problemas como un problema, esperar que no existan, sentirte mal por tenerlos y victimizarte por tu mala suerte, sólo añade aceite al fuego. En este post te propongo otra manera de mirar tus problemas, de solucionarlos y cambiar la percepción que tienes de ti misma mientras lo haces.

No pierdas tu tiempo quejándote

¿Crees que quejarse es una etapa necesaria para tomar conciencia, cambiar y para hacer sentir tu opinión? ¿Que no quejarse equivale a ser sumisa, a no hacer nada y a dejar que las cosas se queden así? Lee este artículo para que veas por qué puedes hacer en lugar de quejarte.

Produce más de lo que consumes

Aprender nuevos conocimientos, asistir a cursos y actualizar constantemente lo que ya sabes, son excelentes acciones, si sabes traducir lo aprendido en nueva información, productos o servicios que serán de utilidad para ti y otros. Es muy fácil caer en la trampa de consumir (información) sin parar. Si es tu caso, lee este artículo.

Cuida tu ambiente

El ambiente que te rodea influye en lo que haces, en lo que piensas y en lo que sientes. Aquí incluyo tu ambiente físico y el relacional (las personas con las que más interactúas). Ambos ambientes son un reflejo de quién eres; son tu guía para saber si deseas continuar así o cambiar.

Descansa, disfruta y diviértete

Existe una paradoja interesante en la productividad: para ser más productiva a largo plazo debes saber descansar, relajarte, disfrutar y divertirte. Mientras más hagas esto, más productiva serás. El cerebro no puede focalizarse indefinidamente. Aunque sí podrás trabajar por largos plazos sin un toque de descanso y de disfrute, no podrás hacerlo bien.

No trates de hacerlo rápido, sino hacerlo bien

En el artículo anterior hablamos de la procrastinación, esa tendencia de dejar las cosas para más tarde. Su antónimo es el de tratar de hacer las tareas inmediatamente, lo más rápido posible, así no se haga de manera óptima. Si éste es tu caso, recuerda que mejor que hacerlo rápido, es hacerlo bien.