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El mantener tu escritorio organizado tiene múltiples beneficios en la manera en la que realizas tu trabajo y en el resultado que obtienes a corto y largo plazo. Mantener organizado tu trabajo es una de esas técnicas de gestión del tiempo que no cuestan mucho hacer, a condición de ser constantes, pero que generan muchos beneficios.
Un cuaderno que lleves siempre contigo, te ayudará a recordar las grandes ideas que tengas sobre tu negocio, tu trabajo o tu objetivo principal. Gracias a él, no sólo recordarás esas grandes ideas, sino también te permitirá que nuevas ideas surjan con mayor facilidad. Una idea sencilla de implementar, que te generará frutos increíbles.
Una de las principales razones por las que las personas no adhieren al sistema de planificación es que subestiman el tiempo que les llevará hacer algo, es decir, planifican menos tiempo del que realmente utilizan. Hoy te explico por qué esto ocurre y una manera de solucionar este problema.
Existen pactos o compromisos que te ayudarán a alejar las distracciones de tu vida (a corto y largo plazo) y te ayudarán, en consecuencia, a ser más productiva y lograr tus objetivos. En este artículo te explico cuáles son esos pactos y cómo puedes usarlos en tu día a día.
Tener un lápiz y papel a la mano, mientras trabajas, te ayudará a descargar ahí cualquier idea o TO DO que se te ocurra mientras estés trabajando, lo que te evitará distraerte, perder la concentración y el hilo de lo que estabas haciendo. Es una herramienta fácil, que te evitará perder tiempo y energía.
El celular es una maravilla tecnológica. Puesto que alberga tantas funcionalidades, es difícil -hoy en día- de vivir sin él. Prueba, sin embargo, dejarlo de lado unas horas al día, mientras realizas tu actividad más importante, cuando te quieras concentrar al máximo, y verás cómo tu productividad mejora.
Los momentos creativos son aquellos que te permiten explorar otras maneras de hacer lo que haces regularmente, de manera automática, sin reflexionar. Es un momento para buscar soluciones nuevas.
¿Tienes un objetivo que quisieras lograr? ¿Para cuándo es? ¿Cómo vas con él? ¿Te ha pasado que defines objetivos -ambiciosos o no- y terminas no cumpliéndolos? Si éste es tu hábito, una razón de ello es que quizás los olvidas en medio de tu rutina. Para no hacerlo, te invito a escribirlos a diario.
Nos convertimos en lo que pensamos. Por ello, debemos asegurarnos que nuestros pensamientos sean lo que deseamos que sean, que estén acorde con la persona que deseamos ser y con los objetivos que buscamos alcanzar. Nuestros pensamientos son nuestros. Aunque pueden estar influenciados por el entorno, sólo a nosotras pertenecen. Son nuestro mayor activo.
Si enumerar qué debes hacer, qué no has hecho, qué te falta por lograr, es fácil para ti; si te falta fe en ti misma para creer que tus sueños más extraordinarios son posibles de alcanzar, la práctica que te propongo en este artículo, es para ti.