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¿Te sientes productiva porque haces mucho durante el día, pero luego te das cuenta de que has cometido muchos errores? ¿Pese a tus mejores esfuerzos por hacer más y más o por hacerlo todo de la mejor manera posible, no avanzas en lo que haces? He identificado seis maneras de ser productivas de trabajar.
Cuando participes en cursos, webinars, e incluso en reuniones, aprovéchalos al máximo gracias a las diez recomendaciones que comparto con este artículo. Recuerda que en ellos estás invirtiendo tu tiempo, dinero y energía y que son una oportunidad excelente para obtener información. Si te inscribiste en ellos y si estás participando, es por una razón. No pierdas esa oportunidad.
Si quieres estructurar tu semana de manera de asegurarte que inviertes el tiempo suficiente en las actividades que son más importantes para ti a largo plazo, no olvides de planificar tiempo para las actividades que te enumero en este artículo.
Las emociones son una guía de cómo estás viviendo tu vida, qué tantos riesgos estás tomando, qué tanto avanzas en tus proyectos y cómo percibes el ambiente que te rodea. A veces, las emociones que solemos considerar como negativas, son las que más nos ayudan a avanzar. ¿Cuáles son tus emociones predominantes?
El cerebro se alimenta de muchos nutrientes, y dos de los más importantes son: lo que ves y lo que escuchas a tu alrededor. Somos seres principalmente visuales (y secundariamente auditivos), por lo que tu ambiente sí determina, a través de tus pensamientos, el tipo de persona en el que te convertirás.
El cerebro se alimenta de lo que recibe por los sentidos y de la cantidad y calidad de tu sueño. En este artículo enfatizo la importancia de cómo alimentas tu mente con lo que ves y escuchas. Porque estos dos factores tienen una gran influencia en la calidad de tus pensamientos y de tu vida.
El hábito de escribir un diario te permitirá reflexionar cada día sobre los hechos que más marcaron tu día, separar esos hechos de tus reacciones e interpretaciones y, sobre todo, aprender de ellos, entender qué harás de manera distinta la próxima vez y no repetir los mismos errores dos veces.
Cerrar tus “gavetas” es una analogía para todo aquello que está en tu mente, que aún no has terminado y que disminuye tu concentración para lograr tu objetivo actual. Cerrar tus gavetas antes de comenzar a trabajar significa terminar todo lo que está en curso antes de lanzarte en una nueva aventura.
La calidad de los pensamientos que tengas antes de quedarte dormida, tiene un impacto profundo en la calidad de tu sueño. Y la calidad de tu sueño tiene un impacto profundo en la calidad del día siguiente. Por ello, debes ser cautelosa en qué piensas antes de dormirte. En este artículo te ayudo a lograrlo.
En la mañana, cuando te levantes, apenas abras los ojos y decidas que el día comienza, te propongo el ejercicio que te detallo en este artículo. Apenas te tomará tres segundos realizarlo y prácticamente cero energía, pero el cambio que generará en la manera en la que empezarás el día tendrá una repercusión impresionante.