Hace poco leí un artículo de la Harvard Business Review en el que un antiguo CEO explicaba por qué los altos ejecutivos deberían tener un diario.
La idea me entusiasmó, porque solemos asociar el hábito de escribir en un diario a cualquier grupo humano, excepto a los ejecutivos de grandes corporaciones. Y, sin embargo, este artículo vino a comprobar que esta práctica puede ser beneficiosa para cualquier grupo humano, incluso aquellos que clamen tener menos tiempo.
Para hacer que el escribir en un diario sea un ejercicio de reflexión productivo, las siguientes reglas deben cumplirse. Te invito a aplicarlas también tú, si tienes la práctica de escribir en tu diario y, si no lo haces, a comenzar a hacerlo y a comenzar a obtener los beneficios de momentos de reflexión diaria contigo misma.
- Escribe los hechos que más te llamaron la atención en el día. Sé factual en esta etapa. Evita las interpretaciones.
- Luego, escribe tus emociones y tus reacciones ante tales hechos.
- Comienza escribiendo el título que le darías a lo ocurrido. Luego, escribe las posibles causas, al menos 5 razones que podrían explicar lo que pasó. No olvides escribir las emociones que sentiste y que sientes respecto a lo ocurrido.
- Termina escribiendo lo que aprendiste y lo que harías diferente la próxima vez.
- No dejes de pasar más de 24 horas para escribir en tu diario, porque con el tiempo perderás el nivel de detalle de lo que ocurrió. Tampoco lo hagas inmediatamente después, porque tu cerebro necesita cierto tiempo para poder analizar y tomar cierta perspectiva de lo que ocurrió.