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Tus tres emociones

La R.A.E define la “emoción” como una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática.

La emoción es un cambio en tu estado anímico, causada por la liberación de neurotransmisores. Algunos ejemplos de emociones son la alegría, la tristeza, la rabia, la tranquilidad, la admiración, la concentración, el interés, la curiosidad, la pena, la culpa y el miedo.

Aunque solemos catalogar las emociones como positivas o negativas, en función de si nos gusta sentirlas o no, todas ellas son necesarias para nuestra supervivencia. Por ejemplo, aunque no te guste sentir miedo, la ausencia de esta emoción probablemente te llevaría a tomar decisiones muy riesgosas que pondrían en peligro tu vida.

De la misma manera, ¿es que te gustaría pasar toda tu vida sin saber lo que significa el miedo, o la pena, o la rabia? Si es así, seguramente habrías vivido una vida incompleta.

El problema, entonces, no es sentir o no ciertas emociones, sino el lugar que ellas toman en nuestras vidas.

Cuando una emoción está desequilibradamente presente en nuestras vidas, es probablemente signo de que hay algo que debamos regular. Si sentimos miedo desde que nos despertamos, hasta que nos acostamos, no podrás desarrollarte plenamente como persona y tu cuerpo reaccionará de acuerdo a esta información.

Sin embargo, no creas que sentir emociones más agradables (como alegría, afecto, ilusión y motivación) todo el tiempo, es un síntoma de que todo está bien.

Las emociones más desagradables pueden también ser las más beneficiosas para ti, porque al tenerlas podrás apreciar con mayor intensidad las emociones agradables, y porque pueden ser el impulso que necesitas para lograr grandes avances en tu vida.

Ahora te pregunto:

  • ¿Cuáles son las tres principales emociones que has sentido en las últimas 24 horas?
  • ¿Y en el último mes?
  • ¿Cuáles emociones crees que necesites sentir principalmente para lograr tu objetivo más importante?