Todos tenemos problemas. Unos son reales, otros imaginarios. Unos son más grandes y complejos, otros, más simples y fáciles de resolver. Pero uno de los puntos comunes de todos los seres humanos es la existencia de problemas a lo largo de la vida.
Por ello, comenzar a ver los problemas como oportunidades, te hará crecer como persona, te hará convertirte en el 1% de la población que tiene esa actitud ante la vida, en lugar del 99% que quiere deshacerse para siempre de todos sus problemas.
Los problemas son oportunidades para mejorar, para aprender de tus errores, para aprender de aquello que no te gusta, qué no quieres, para desarrollar tu capacidad de discernimiento en el futuro, para mirar las cosas desde otra perspectiva, para desarrollar tu creatividad y tu capacidad de resolverlos.
Piensa en algún problema que hayas tenido en el pasado y en qué aspecto resultó ser una bendición para tu vida.
Ahora, escoge uno de los problemas que tienes actualmente. Escribe el problema que escogiste y, a continuación, escribe 5 oportunidades que te ofrece ese problema en particular.