Seguramente has escuchado hablar muchas veces de que “debes ser tu mejor versión”.
Hoy te propongo una variante de este concepto: tu versión más productiva.
Luego de leer este blog, te propongo el siguiente ejercicio: cierra los ojos, date cuenta de cómo es tu respiración actualmente, inhala y exhala tres veces, y a la cuarta respiración, imagina cómo sería tu versión más productiva.
Para ello, responde a las siguientes preguntas:
- ¿Cómo se siente esa versión productiva? ¿Cuáles serían las tres emociones predominantes de tu versión más productiva? ¿Serena? ¿Proactiva? ¿Motivada? ¿Determinada? ¿Concentrada? ¿Dinámica? ¿Inspirada? ¿Disciplinada? ¿Otra emoción?
- ¿Qué harías durante el día, es decir, cómo sería tu día típico? ¿Qué harías en cada momento, si sólo de ti dependiese escoger tus actividades?
- ¿Qué harías distinto de lo que haces ahora? ¿Qué harías de más, de lo que haces actualmente? ¿Qué comenzarías a hacer? ¿Qué eliminarías de tu vida?
- ¿Cómo manejarías las distracciones? ¿Qué harías si alguien te interrumpiese mientras trabajas, o si tu teléfono suena durante tu sesión de concentración? ¿Cómo evitarías esas situaciones?
- ¿Qué vas a hacer hoy para acercarte a esa versión más productiva de ti misma? ¿Cuál es el primer paso, grande o pequeño, que tomarás a partir de las respuestas anteriores?
Responde a estas preguntas, cerrando tus ojos. Una vez que hayas finalizado, respira de nuevo, abre los ojos y felicítate por haber hecho el ejercicio. Ahora, toma una acción.