El día tiene 24 horas y la semana, 168. Eso no lo puedes cambiar. Eso es universal, igual para todas las personas. Por ello, tu productividad no puede depender de esto.
Tu productividad depende de ti.
Tu productividad depende de tus paradigmas, tus creencias, tus pensamientos.
Esas creencias determinarán lo que crees capaz de lograr o no, lo que crees de ti como persona, la manera en la que crees que debes utilizar tu tiempo, lo que decides aceptar hacer y lo que no, los objetivos que te impones y los que desechas.
Tu productividad depende de qué decides hacer con tu tiempo, de cómo decides emplearlo.
Depende de las decisiones que tomas, conscientemente o no.
Tu productividad depende de ti, y de nadie más.