¿Te ha pasado que recibes un correo electrónico, al leerlo decides que responderás después, y lo dejas en tu carpeta de correos recibidos, como un recordatorio de que tienes algo que hacer con él?
Si es así, terminas utilizando tu Inbox como tu lista de TO DOs.
El problema con esta práctica es que no hay manera de priorizar tus correos por orden de importancia. Y si recibes varios correos al día, tendrás que recorrer cada uno de ellos al momento de decidir con cuál trabajar.
La práctica que te recomiendo es que separes las dos herramientas, y le des un uso específico a cada una.
Utiliza el correo electrónico para recibir, responder y archivar correos. Nada más. No dejes nada en tu bandeja de entrada durante más de 24 horas. El resto, archívalo en correos a tratar mañana, correos a tratar esta semana, o por temáticas. De lo contrario, bórralos.
Utiliza tu lista de TO DOs para anotar todas las acciones que debes realizar, incluyendo los correos que debes responder esta semana, o más tarde.
Si mezclas las dos herramientas, generarás mayor desorden en tu vida y perderás tiempo tratando de organizarte.