Skip to content

Tu día, tu regalo

Cada mañana, cuando nos despertamos, cada ser humano recibe el mismo regalo. Todos, sin excepción, sin distinción de edad, país, condición física, tipo de creencias, ni ubicación geográfica, todos recibimos el mismo regalo.

Este regalo es 24 horas delante de nosotros.

24 horas en las que podemos ser lo que decidamos ser.

24 horas en las que podemos sentir cualquier tipo de emoción que deseamos sentir.

24 horas en las que tenemos el poder de hacer lo que queramos hacer, lo creamos o no.

Porque a veces estamos convencidas de que no tenemos el poder de decidir quiénes somos, qué hacemos, cómo nos sentimos. Cuando lo contrario es lo cierto.

Por muchos cumplidos o por muchas críticas que te hagan, nadie puede decidir por ti quién crees que eres.

Indistintamente de lo que ocurra o de lo que las demás personas hagan, tú eres la única persona – a través de tus sentimientos – que tienes el poder de pensar tus pensamientos y, por ende, de sentir tus emociones.

Y por muchas obligaciones que hayas aceptado, en realidad tú eres la única persona que decidirá si las haces, o no.

¿Cuántos artistas adorados por millones de personas, no se han suicidado como consecuencia de una depresión?

¿Cuántas personas inteligentes, bellas y trabajadores no conoces tú, que no tienen buena estima de sí mismas?

¿Cuántas personas tienen la posibilidad de renunciar de un trabajo que no les gusta, divorciarse de un marido que las maltrata, frecuentar amistades que no le hacen bien y deciden quedarse donde están?

Estas personas no están plenamente conscientes del regalo que reciben cada día, de las 24 horas que reciben a diario, de la posibilidad constante de redefinirse, decidir de nuevo, reinventarse tanto como lo desean.

No seas de esas personas.

Sé consciente del regalo de la vida que recibes a diario. Usa con inteligencia tus 24 horas.

Sé la persona que decidas ser, independientemente de lo que otras personas puedan pensar de ti.

Siente las emociones que decides sentir, independientemente de las circunstancias externas.

Haz lo que tu conciencia te dicte hacer.

Sé tan feliz como puedas.

Sé consciente de tu día, tu regalo.