Todos tenemos un ancho de banda mental, es decir, una capacidad máxima de pensamientos.
Este ancho de banda oscila entre los 60.000 y 70.000 pensamientos diarios.
La mayoría de estos pensamientos son repetitivos, son los mismos. Tanto, que si te pido que escribas tus cinco principales pensamientos de los últimos días, probablemente no te costaría mucho hacer esta lista.
Y como tu ancho de banda es más o menos fijo, al repetir constantemente cierto tipo de pensamientos, te queda menos ancho de banda para otro tipo de pensamientos.
Por ejemplo, imagina que tratas de aprender un idioma nuevo. Si tu ancho de banda está repleta de tus problemas laborales, de pareja o problemas financieros, si lo “único” que haces es pensar en lo que dijo tu pareja, lo malo que es tu jefe o cómo llegar a fin de mes, estos pensamientos ocupan una gran parte de tu ancho de banda, que no puedes ocupar con pensamientos más productivos, como el repetirte las nuevas palabras de ese idioma que quieres aprender o las reglas gramaticales que te harán bilingüe.
La pregunta es: ¿Con qué pensamientos estás ocupando tu ancho de banda y con cuáles lo quieres ocupar?