Te propongo un ejercicio que tiene el potencial de cambiar tu manera de ver la vida y, en consecuencia, tu vida misma, a condición de practicarlo realmente, tanto como puedas, y como mínimo, mañana, tarde y noche.
Primero, déjame contarte algo que me pasó ayer y que hizo darme cuenta de la importancia de este principio.
Hace unos dos meses tuve un problema con mis accesos a la aplicación de mi banco. Llamé por teléfono al banco y no pudieron resolver el problema. Me dijeron que tenía que ir directamente a la agencia. El problema es que los horarios de la agencia, no me convienen para nada, y pasé varias semanas sin poder ir.
Cuando finalmente logro ir, el personal de la agencia bancaria me dice que ellos tampoco pueden resolverlo, pero que el servicio técnico sí, y que espere su llamada… cosa que nunca pasó.
Luego de varias semanas, vuelvo a ir a la agencia. Esta otra persona, no sólo no me resolvió el problema, sino que me bloqueó los accesos a la otra cuenta que tengo con ellos.
Ya desesperada, regreso a la agencia y ahí vi a otra persona más que sí logró resolverlo todo en 5 minutos.
Después de esto, estuve feliz el resto del día, tan feliz como si hubiese ganado un premio enorme. Estando feliz, me di cuenta de lo absurdo de la situación. Yo he ingresado a mis cuentas bancarias miles de veces y nunca me había sentido feliz al hacerlo. Sí me sentía bien si recibía dinero o triste si veía que el saldo era menor del esperado. Pero nunca me sentí feliz por tener acceso a las cuentas del banco.
En ese momento, me di cuenta del potencial del agradecimiento.
Porque podemos estar felices por tantas cosas en nuestras vidas. A condición de ser agradecidas.
Estar feliz porque hablaste con una persona competente. Feliz porque pudiste resolver un problema. Feliz por el tipo de problemas que decides resolver. Feliz por tener cuentas bancarias. Y feliz porque puedes ingresar a ellas.
Es decir, puedes ser agradecida por tanto en tu vida. Y puedes no serlo.
Puedes mirar las cosas desde la perspectiva del agradecimiento de lo que te ocurre. O puedes mirarlas desde la perspectiva de la rabia, frustración y tristeza de lo que te ocurre.
Tú decides. Y eso es lo maravilloso.
¿Qué decides ser hoy?
¿Qué agradeces en este momento?