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Rutina de la noche

La rutina de la noche es el conjunto de acciones “rutinarias”, es decir, que repites cada noche antes de dormirte y que te ayudan a conciliar rápidamente el sueño, tener un sueño reparador y despertarte descansada, con más ánimo para empezar el día.

A continuación, te presento algunas actividades que puedes incluir en tu rutina nocturna:

Evalúa tu día. Escribe cómo te fue durante el día. Identifica, e idealmente escribe, cómo te fue durante el día: lo bueno, lo malo, lo que aprendiste, lo que harás mejor, lo que agradeces, lo que más te gustó.

Prepara el día de mañana. Escribe tus prioridades u objetivos del día de mañana. Luego, visualízate lográndolos. También puedes preparar la ropa que te vas a poner el día siguiente y lo que vas a desayunar o almorzar.

Lee. Lee unos minutos, mínimo 15, de un libro agradable, no violento. Pregúntate si te gustaría soñar con lo que estás leyendo. Si tu respuesta es sí, si estás segura de que eso no te generará pesadillas, entonces lee antes de dormir, porque es una excelente manera de hacer la transición de tus actividades del día, hacia el sueño.

Medita. Programa al menos cinco minutos de meditación antes de irte a la cama. Puedes escuchar una meditación guiada (y si es por YouTube, asegúrate antes que no incluya publicidad) o puedes escoger concentrarte en tu propia respiración.

Personaliza tu rutina de la noche. Hazla tu mejor amiga. Agrega cualquier actividad que te guste, como tomar un baño o escuchar música relajante.

Programa tu alarma mental. En lugar de poner tu alarma (o como alternativa a ésta), luego de meditar, imagina mentalmente un reloj con la hora exacta a la que quieres despertarte. Verás que a esa hora te despertarás.

Cosas que NO debes hacer antes de dormir:

  • Ver tu celular o una película. La luz de las pantallas es pésima para conciliar el sueño.
  • Escuchar o leer las noticias del día, porque aumentará la probabilidad de que sueñes con ellas.
  • Pensar en tus problemas. Como en la meditación, cada vez que ellos aparezcan, déjalos ir. Recuerda que en la noche no podrás hacer nada con ellos, que tenderás a exagerar lo malo, y que en las mañanas, al contrario, encontrarás mejores alternativas para solucionarlos.

Finalmente, te aconsejo que escojas una hora para irte a la cama, que esta hora sea siempre la misma y que, en función de tu elección, determines cuánto tiempo te llevará ejecutar tu rutina nocturna con calma. Lo que menos querrás será agregarle estrés a tus noches, tratando de hacerlo todo rápidamente.