El mundo del desarrollo personal se focaliza la mayoría de las veces en lo que te falta: los objetivos los trazas para obtener algo que aún no has logrado, la evolución consiste en pasar a un “nivel” que aún no tienes, y aunque no hay nada malo en eso, lo que no es sano es focalizarse únicamente en lo que no tienes y olvidarte de todo lo que sí tienes, lo que sí eres y lo que sí has logrado.
Cuando comienzas a hacerlo, te darás cuenta que es mucho más lo que eres actualmente y lo que tienes de positivo, que lo que te falta por lograr.
Cuando piensas en lo que ya eres, comienzas a obtener más fácilmente todo el resto, porque lo haces a partir de un espíritu de abundancia, de optimismo y de agradecimiento.
Cuando piensas en lo que ya tienes, ya eres y ya haces, verás que eso es mucho mayor, mucho mejor de lo que ahora crees que te hace falta.
Los dos son importantes. Empezar pensando en lo que ya tienes es el mejor punto de partida para saber exactamente qué es lo que quieres y aún no tienes.
Empieza ahora. Practícalo a diario.