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Qué no hace una coach del tiempo con su tiempo

Luego de años de ensayo y error, de repetir muchas veces los mismos errores, hasta darme cuenta de que ése no era el mejor camino para mi productividad, mi bienestar, ni mi salud, permíteme compartir contigo cinco cosas que yo NO hago con mi tiempo.

No comienzo el día sin saber qué voy a hacer. Esto implica definir una agenda para mi día, comenzando con la actividad más importante y dejando, en la medida de lo posible, las actividades de menor valor (incluyendo las actividades administrativas y la mayoría de las reuniones) para la tarde.

No trato de hacer varias cosas al mismo tiempo. Esto implica, prestarle toda mi atención a las personas que me hablan, no revisar mi celular para responder el mensaje que me llegó mientras trabajaba, y no cocinar una receta nueva mientras veo una serie de Netflix, porque sí se me va a quemar la comida.

No trato de ser perfecta. Aunque sí aprecio el esfuerzo y la disciplina en todo lo que hago y trato de hacer las cosas muy bien, no trato de hacerlo todo perfectamente bien, ni ser yo perfecta. Aprendí el concepto de no mirar todo como blanco y negro. Aprendí que si hoy no puedo leer, o si no puedo hacer ejercicio, o si pese a mis mayores esfuerzos no pude hacer todo lo que me puse en mi planning del día, no hay problema, e igual me felicito por mi esfuerzo.

No trato de trabajar sin descanso. El descanso y la intención son la clave de la productividad. Si no descansas, simplemente no eres creativa, cometes más errores, y aunque trabajes más tiempo, te vuelves más lenta. Esto implica tratar mi sueño como una de mis prioridades principales.

No digo SÍ a todo. Aún me falta mucho para dominar el arte de decir No, pero aunque me cuesta, trato de decir No, tanto como puedo, a lo que simplemente no quiero hacer, porque no me aporta valor, porque no es beneficioso para mí y porque mi única motivación es complacer a los demás y no sentirme rechazada.