En la sociedad actual estamos fácilmente tentadas a querer hacer más y más, a asociar cantidad con éxito.
Y esto, no sólo en el aspecto monetario o material.
Hoy en día muchas mujeres caemos en la trampa de querer hacer más cosas, en lugar de tratar de hacerlas bien.
Queremos hacerlo todo, en lugar de disfrutar lo que hacemos.
Queremos mostrar que somos capaces, y por eso aceptamos más, en lugar de demostrarnos que somos capaces de decirle sí sólo a aquello que en realidad queremos.
Queremos alargar nuestros días y disminuir el tiempo que cada cosa nos lleva, en lugar de hacerlas con atención, cuidar los detalles y mejorarlas constantemente.
Por eso, la próxima vez que te fijes un objetivo, aceptes realizar cualquier tarea o agregues algo en tu agenda, pregúntate si estás en búsqueda de profundidad, de significado, de experiencia y de aprendizaje, o si estás asociando cantidad con felicidad.