Vivir el momento presente es algo que se practica en cada instante. Tu habilidad para lograrlo se desarrolla con la práctica, como cualquier otra habilidad.
Soñar es un ejercicio sano, típico de mentes ambiciosas. Evaluar es necesario para no repetir el mismo error dos veces. Pero si no aprendes a vivir el momento presente con la mayor conciencia posible, ni lo uno, ni lo otro te servirá.
Ser consciente de tu mente, tu cuerpo y tu espíritu, para vivir intensamente cada instante, es un hábito, y como todo hábito, es una habilidad que se aprende y se practica.
A continuación, te muestro algunas maneras de vivir intensamente el momento presente, y de manejar mejor tu tiempo.
- Mirar las estrellas y dejarte fascinar por el hecho de que mientras más las miras, más aparecen.
- Leer un libro o artículo del cuerpo humano y dejarte fascinar por lo increíble que somos.
- Observar detalladamente la naturaleza.
- Sentir los rayos del sol en tu cuerpo.
- Nadar sin presión, por el puro disfrute de hacerlo, de sentir el agua en tu cuerpo y dejar que tu mente se vaya.
- Respirar y no pensar en nada más.
- Tomarte un baño de agua caliente.
- Jugar con los niños y dejarlos tomar el control de la situación: ser la paciente cuando ellos son los médicos, y seguir todas las instrucciones que te den, jugar a la cocina, a la pelota, con el carrito, a lo que sea.
- Escuchar tu intuición, y dejarte llevar por ella.
- Concentrarte profundamente en lo que haces, sin distraerte.
- Escuchar tu música preferida, tanto como lo desees.
- Bailar, como si no hubiese un mañana.
- Mirar un amanecer o un atardecer.
- Discutir con alguien sobre un tema que los apasiona.
- Disfrutar lo que comes. Poco importa lo que sea. Disfrutarlo. Degustar cada bocado.
- Hacer el trabajo duro, que sabes que es mejor hacer, pero que no te provoca hacer.
- Sentirte orgullosa de ti.
- Observar una flor.
- Sonreír.