¿Crees que una mujer extremadamente productiva, es como una heroína con herramientas y súper poderes especiales que tú no tienes, y que es gracias a esos poderes mágicos que ella capaz de hacer cosas increíbles en su vida y utilizar productivamente cada minuto de su tiempo, y tú no?
Si fuese así, ¿por qué crees que existen mujeres productivas, felices y exitosas, dueñas de empresas exitosas, ministras o presidentas de país, medallistas olímpicas, ganadoras de premios Nóbel? ¿Tú crees que esas mujeres son realmente capaces de hacerlo todo, sin pedir ayuda y colaboración de otros?
Imagínate la presidenta de un país: ¿crees que ella va a limpiar a diario su casa, tender la ropa, asistir a todas las formalidades propias de su cargo y tomar las mejores decisiones de su país? ¿O crees que ella tiene una larga lista de consejeros, ministros y otra larga lista de personas que la ayudarán con la casa y la familia?
Probablemente no esperas que la presidenta (o el presidente) de tu país se ocupe de limpiar las pocetas de su casa. Seguramente esperas que esa persona delegue todas esas actividades a alguien más, para poder concentrarse en lo que es verdaderamente importante para su función y sus objetivos. En cambio, tú sí esperas eso de ti.
No porque tu “cargo”, proyectos y objetivos actuales no sean los mismos que los de una presidente de una nación, no signifique que tú debas hacerlo todo.
Toma las estrategias exitosas de la gente exitosa. Aprende a delegar, a tener un grupo de consejeros, de mentores y coaches, pide ayuda, obtén la colaboración de otros. Eso concentrará tu energía y tu capacidad mental para lo que es realmente importante en tu vida.