¿Sabías que lo que tú haces en cada momento depende de cómo te sientes en ese instante y que, por lo tanto, la manera en la que utilizas tu tiempo, varía en función de tus emociones?
Me explico. Si te sientes motivada respecto a un tema, trabajarás en esa área. Si te sientes frustrada por algo, probablemente pasarás el tiempo en el que te sientas así, pensando o hablando una y otra vez sobre lo que te genera esa emoción. Si estás ansiosa, puede que comas dulces. Si estás aburrida, quizás pases horas viendo las redes sociales.
Puede que tú no actúes así con cada una de estas emociones, porque cada quien tiene su propio mecanismo de respuesta ante cada emoción, pero en todo caso, actuarás o dejarás de hacer ciertas cosas, en función de cómo te sientes.
Por ello, te sugiero que la próxima vez que te des cuenta que estás procrastinando, o te distraes fácilmente, o que, en general, no manejas tu tiempo como quisieras, pregúntate cómo te sientes en ese instante, cuál es tu emoción predominante. De esta manera, irás aprendiendo poco a poco cuál es tu mecanismo de respuesta típico ante cada emoción. Si haces eso regularmente, a lo largo del día, este ejercicio te ayudará a entender cuáles son tus emociones predominantes y cómo el manejo de tu tiempo está siendo influido por esas emociones.