Imagínate esta situación: estás súper concentrada, trabajando en una tarea importante y urgente para ti cuando, de repente, un colega te interrumpe y te pide que lo ayudes. ¿Qué haces? ¿Paras lo que estás haciendo para ayudarlo, así eso no sea ni importante, ni urgente para ti? ¿El hecho de no ayudar a esa persona es más difícil de soportar que el no terminar tu trabajo a tiempo?
Ahora imagina que decidiste decirle que no puedes ayudarlo en ese momento, que vas a terminar lo que estás haciendo y que luego vendrás a ayudarlo, si para ese momento no ha conseguido alguna solución. ¿Cómo te sentirías?
Si tu respuesta es que dejas lo que haces para ayudarlo o que te sientes culpable si no lo haces, te doy la bienvenida a uno de los clubes femeninos con mayor cantidad de miembros en el mundo: el club de la culpa.
La culpa es, según la RAE, es una “acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado”.
Aunque la culpa –como todos los sentimientos– son necesarios en cierta medida (como, por ejemplo, cuando en realidad sí le hiciste daño a alguien), ella hará que trates de hacer todo por todos, colocando lo que es importante para ti, en último lugar.
Esto lo harás la mayoría de las veces de manera inconsciente, para evitar sentir la culpa, que es de los sentimientos más desagradables, porque atacan directamente la definición de quién eres. Es decir, cuando te sientes culpables, responsable por el mal estado de los demás, te crees una mala persona, de menor valor.
El camino para eliminar la culpa innecesaria de tu vida, empieza por identificar en qué momento ella aparece, en qué tipo de situaciones y con qué personas. En paralelo, comienza a trabajar en aumentar tu amor propio, celebrando cada uno de tus éxitos, grandes o pequeños.
También, debes saber qué es importante para ti, y no canjear esto por complacer a los demás, ni por evitar sentir la culpa.
Empieza con una acción pequeña, un pequeño “no” o un “más tarde lo veremos”, en algo no tan importante o con una persona que no tan cercana a ti, para ver cómo te sientes y si pudiste sobrevivir a la situación. 😉