La mayoría de las personas creemos que hacerlo todo es un signo de fortaleza y que no hacer una misma todo, muestra debilidad. Y, sin embargo, lo contrario es cierto.
Saber decir NO, poner límites a los demás, saber focalizarse, pedir ayuda y delegar, son habilidades escasas hoy en día, que requieren honestidad y valentía, y demuestran gran fortaleza por parte de quien las detenta.
Hay muchas maneras de hacer menos sin perder el control, ni la responsabilidad sobre el resultado final. Se trata de técnicas que te permitirán lograr más, mientras preservas tu paz mental:
- Hacer las pocas cosas que tienen el mayor impacto.
- Saber decir NO.
- Delegar.
- Pedir ayuda.
El mensaje que quiero que te lleves de aquí es que no sólo no debes hacerlo todo, sino que lograrás más, cuando aprendes a soltar y a hacer menos.
Hay varias maneras de hacer menos, y a continuación te las voy a explicar:
Aplica el principio de Pareto
Según el principio de Pareto, el 80% de los resultados dependen del 20% de las actividades, es decir, hay un pequeño grupo de actividades que originan la mayoría de tus resultados. Por ejemplo, 20% de tus clientes van a crear 80% de tus ingresos, 20% de lo que hagas va a crear 80% de la impresión que dejas en los demás.
El principio de Pareto también se conoce como el 20-80, pero también se le podría llamar el principio del 15-90 ó del 20-70, etc. La idea es la misma: no todas las actividades tienen la misma importancia y esa importancia no se mide por el tiempo o la energía que pasas en ellas.
Hazte la Pregunta Principial
Con cada proyecto que inicias (y un proyecto puede ser el día que empiezas, un nuevo año, mes o semana, una nueva meta o plan, un nuevo pasatiempo, etc.), hazte la siguiente pregunta:
“¿Qué puedo hacer (respecto a este proyecto) que hará que todo lo demás sea más fácil o innecesario?”
Esta pregunta, de los autores del libro Lo Único, Gary W. Keller y Jay Papasan, es la aplicación práctica del principio de Pareto. Cuando la respondas, enumera todas las ideas que se te vengan a la cabeza. Luego, ve descartando, escogiendo el 20% que hará el 80% del resultado, hasta llegar a una sola respuesta. Esa respuesta, cuando la aplicas a tus tres prioridades, formará parte definitivamente de tu planificación semanal.
Di NO
Cuando conoces tus prioridades, cuando respondes a la Pregunta Principal e identificas las pocas cosas que tienen el mayor impacto en tu objetivo final, sabes que deberás decir NO a todo el resto.
Esto es una de las habilidades más difíciles de desarrollar para algunas personas (las que suelen complacer a las demás), pero puede y debe ser algo fácil y natural.
Di NO con seguridad. Di NO sin explicación. Di NO con convicción. Di NO de manera seguida. Poco a poco, decirle SÍ a lo que es importante para ti y NO a todo el resto, se volverá algo natural.
En el próximo artículo, te contaré más de las otras dos técnicas.