El tercer componente -y el más importante- de la “Tríada de la Gestión del Tiempo” es la Mentalidad.
La RAE define la mentalidad como el “modo de pensar o configuración mental de una persona”.
Tu mentalidad son tus paradigmas.
No hay herramienta de gestión de tiempo, ni aplicación -por más sofisticada que sea-, ni sistema científicamente comprobado que puedan con una mentalidad “improductiva”.
Puedes tener las mejores herramientas y los mejores sistemas, pero si los pones al servicio de objetivos inadecuados, o que no te satisfacen, de nada te servirá haber alcanzado ese objetivo.
Puedes utilizar una aplicación de Pomodoro que te dice que debes hacer una pausa de 5 minutos entre dos bloques de 25, pero si decides no ponerte a trabajar de nuevo, no lo harás.
Puedes haber agendado la semana más productiva y equilibrada del mundo, pero si no sabes manejar tus pensamientos y emociones al momento de realizar las tareas que no deseas hacer, pero que están en tu agenda, puedes botar esa agenda a la basura.
Puedes haberte leído los mejores libros de gestión del tiempo, hacer los mejores cursos y saberte todas las teorías sobre el tema, pero dejarás de ser realmente productiva en lo que es importante para ti, si tus paradigmas, tus valores, tus pensamientos no están alineados con ese o esos objetivos que te trazaste.
Igualmente, puede que no tengas las mejores herramientas, ni los sistemas más sofisticados, si sabes qué quieres lograr, reconoces tus prioridades de las que no son y sabes manejar tus pensamientos para acentuar los que están alineados con tus objetivos y controlar los que no lo están, lograrás lo que quieras. En ese momento, ¡el éxito te está garantizado!