Al momento de planificar, especialmente cuando tu motivación está por las nubes, vas a querer hacerlo todo cada día, te vas a sentir con la energía de avanzar más rápido de lo que te permitirán las 24 horas del día.
Luego, te darás cuenta del límite de planificar así: eso generará mucho estrés en ti.
Te propongo lo siguiente: cada trimestre, cada mes, cada semana y cada día, limítate a tres.
Tres objetivos principales, tres cosas que vas a hacer, independientemente del resto. Tres prioridades. No más.
Si tienes tiempo, energía y disponibilidad mental, avanza con el resto de tu lista.
Pero asegúrate de darte el tiempo necesario para primero trabajar en tus 3 objetivos.
Asegúrate de planificar esos tres objetivos lo más temprano que puedas en el día, la semana, el mes y el trimestre, en el momento más propicio para lograrlos.
Cada vez que planifiques pregúntate, ¿cuáles son mis tres principales objetivos? ¿Qué es lo que me haría avanzar más rápido y de mejor manera? ¿Qué es lo que más me gustaría hacer?