Skip to content

La Ley de Murphy

Edward A. Murphy Jr., un ingeniero espacial estadounidense, anunció esta ley durante unos ensayos realizados para verificar la tolerancia del ser humano a la desaceleración. En un momento, al darse cuenta que uno de los experimentos había fallado porque su asistente colocó los cables al revés, pronunció la frase “si este tipo consigue alguna manera de cometer un error, lo hará”.

Ése fue el origen de las tres leyes de Murphy.

  1. “Nada es tan sencillo como parece en un principio”.
  2. “Todo lleva más tiempo de lo que se pensaba al principio”.
  3. “Si algo puede salir mal, saldrá mal”.

Es decir, todo lleva más tiempo de lo que se pensaba al principio, porque solemos subestimar la complejidad de lo que vamos a hacer (o sobreestimar nuestras capacidades) y los obstáculos que encontraremos.

No se trata de tomar esta ley como una verdad absoluta, sino de utilizarla como un principio de prudencia durante la etapa de planificación.

Para utilizar estas leyes a tu favor, te recomiendo lo siguiente:

  • Identifica con detalle las diferentes etapas de la tarea que realizarás. En lugar de agendar tiempo para escribir un artículo, por ejemplo, agenda tiempo para definir de qué tema vas a hablar, tiempo para identificar tus fuentes y realizar las investigaciones, tiempo para escribir el artículo, pero también tiempo para corregirlo y tiempo para publicarlo.
  • Identifica cuáles son los obstáculos de cualquier actividad que vayas a comenzar u objetivos que tengas. Estos obstáculos incluyen los externos, así como los internos, es decir, tus propios pensamientos, tu desánimo, falta de energía, de motivación, etc.
  • Crea un plan de acción para cada uno de los obstáculos anteriores.
  • Mientras más tiempo pases en las dos actividades anteriores, mayor probabilidad de éxito tendrás.
  • Mientras mayor importancia tenga el objetivo o actividad, mayor tiempo debes pasar identificando los obstáculos y su plan de acción.
  • Ya verás que a pesar de tus mayores esfuerzos, habrá cosas inesperadas que aparecerán o dificultades que no podías anticipar. Por ello, siempre es bueno agregar un 30% de más a tu planning inicial, especialmente para las actividades nuevas.