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La interrupción de la divagación mental

Éste es una serie de artículos preparados a partir del libro El poder de la atención, de Johann Hari.

Existen 2 formas principales de atención:

  1. Spotlight o Foco, que es la capacidad de un individuo de prestar atención en un elemento específico de su ambiente. Por ejemplo, “me preparo un café”.
  2. La divagación mental, que es la capacidad de dejar tus pensamientos existir libremente, sin anclarlos a algo en especial.

Este tipo de atención es necesaria por 3 razones:

  • Te permite darle sentido al mundo, a tus experiencias, a tus lecturas, porque te ayuda a absorber la información a un nivel más profundo. Ello te permitirá ser más organizada con tus objetivos personales, más creativa, más paciente y tomar mejores decisiones a largo plazo.
    • Dejar tu mente divagar, te ayuda a conectar ideas -y por ende, a ser más creativa-, lo que te permitirá conseguir más fácilmente soluciones a tus problemas. Cuando existen problemas no resueltos, tu mente -naturalmente- tratará de resolverlos, a condición de que le dejes la banda pasante necesaria para hacerlo.

Recuerda que la mayor parte de los grandes descubrimientos no ocurren en momentos de concentración profunda, sino cuando la mente es libre para divagar.

  • Al dejar a tu mente libre, para divagar, ella viajará por el tiempo, recordando el pasado y prediciendo y planificando el futuro, lo que te permitirá prepararte mejor para él.

Focalizarte únicamente en una sola tarea es importante, pero eso solo te ayuda a obtener una forma “primitiva” de información, que luego debe ser digerida gracias a las otras formas de atención.

Sin embargo, la mayor parte del tiempo, no estamos dirigiendo toda nuestra atención a una actividad en particular y tampoco la dejamos divagar libremente; la mayor parte del tiempo estamos haciendo una lectura muy superficial del mundo a nuestro alrededor, ya que nuestra atención está siendo constantemente interrumpida. Actualmente vivimos una crisis de déficit de la atención focalizada y de la divagación mental. Ambos factores disminuyen la calidad de nuestros pensamientos.