Hay muchos métodos y técnicas para ser más productiva. Todos ellos funcionan y ninguno de ellos funciona por sí solo. Todo depende de ti, de tus ganas, de tu voluntad para sacar el trabajo.
Si no tienes una razón suficientemente fuerte para querer ser productiva, para querer hacer más, para finalizar lo que estás haciendo, ninguna técnica realmente funcionará. Los obstáculos siempre estarán presentes: siempre tendrás el teléfono que te suene, o miles de noticias que ver, las redes sociales siempre tendrán novedades para distraerte y tu cabeza siempre te dará miles de razones para parar lo que estás haciendo y ponerte a hacer algo más.
¿Cuál fue la última vez que te sentiste súper productiva? ¿Cuándo fue la última vez que recuerdas que te sorprendiste de tu propia capacidad para trabajar sin distracción? ¿Cuál fue la razón de esa actitud?
Muchas veces, la razón por la que somos productivas es que tenemos que finalizar algo para los demás y la fecha límite se acerca. Otras veces, es porque estamos súper motivadas por lo que estamos haciendo y lo que queremos lograr.
En todo caso, siempre necesitarás una razón muy poderosa para comenzar a trabajar con mucho foco y sin distracciones, especialmente si aún no has desarrollado la disciplina necesaria para actuar así, de manera natural.
Si tienes la costumbre de no ser productiva y quieres comenzar a serlo, lo más sencillo es que identifiques la razón que te empuja a ello. Verifica que esa razón te entusiasme mucho, que te mueva, que te motive al extremo. Sin ese ingrediente, el cambio será muy difícil.