Déjame hacerte una pregunta indiscreta: ¿qué tanto inviertes en ti?
Cuando respondas a esta pregunta, piensa en varios tipos de inversiones:
¿Qué tanto dinero inviertes en ti? Por ejemplo, puede ser dinero para realizar un curso y mejorar algún área específica, en lo personal y en lo profesional, dinero para contratar una coach o terapeuta y elevar tu mentalidad y tu espíritu, dinero para comprarte aquella ropa o accesorios que tanto deseas o para ir a la peluquería y resaltar tu belleza.
¿Qué tanto tiempo inviertes en ti? Quizás el dinero no sea la traba para ti, sino que no haces lo que deseas, por “falta” de tiempo. Puede ser algo tan simple como tomarte unos minutos para desayunar sentada, unos minutos extras para hacerte una exfoliación corporal, cinco minutos para meditar y calmar un poco esa mente acelerada, salir a caminar después del almuerzo y respirar el aire fresco, mientras recibes la luz del sol.
¿Qué tanto aprecio inviertes en ti? ¿Cuántas veces, al día, te felicitas por todas las buenas cosas que estás haciendo? ¿Qué tantas palabras bonitas y de amor te dices? Cuando pasas delante del espejo, ¿lo evitas a toda costa, te criticas algún aspecto de tu físico, o te alabas y te recuerdas lo hermosa que eres?
La excelente noticia es que, independientemente de tus respuestas anteriores, siempre es el mejor momento para comenzar a invertir más dinero, tiempo y aprecio en ti. Empieza ahora. Dite algo lindo, decide hacer una inversión de tiempo, de dinero o de aprecio por ti. Tú eres tu mayor activo.