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Haz que tu vida sea más fácil

Si tienes un área de tu vida que se te hace difícil, una situación que quieras mejorar, hacer menos complicada o disfrutar más, pero no sabes cómo, en este artículo te propongo un método para lograrlo.

Paso 1: Escribe el problema en una frase. Ejemplo: “mis mañanas son un caos”.

Paso 2: Escribe exactamente qué no te gusta, cuál es tu problema específicamente. En el ejemplo anterior, en lugar de decir que tus mañanas son un caos, escribe en qué sentido te parecen un caos. “Salgo de casa a las 8 AM, en lugar de salir a las 7:30 AM, como quisiera”.

Paso 3: Si en el paso anterior no lo hiciste, escribe cuál es tu objetivo con lo que haces y cómo deseas sentirte. En nuestro ejemplo sería “Deseo que mis mañanas sean tranquilas y salir a las 7:30 AM a mi lugar de trabajo.”

Paso 4: Descompón el problema en sus partes más básicas. En el caso presente serían todas las acciones que haces en la mañana y las horas a las que los haces: despertarte, bañarte, vestirte, maquillarte, despertar a cada hijo, preparar la comida, etc. Sé lo más específica que puedas. Escribe cada actividad.

Paso 5: Para cada una de las partes mínimas de tu problema pregúntate:

  • ¿Es realmente necesario hacerla o la puedo eliminar?
  • ¿Tengo que hacerla yo o la puedo delegar a alguien más?
  • ¿Tengo que hacerla en ese momento o puedo hacerla antes o después? ¿Si la reagrupo con otra actividad similar, sería más eficaz? ¿Tendría mayor sentido hacerla en otro momento del día?
  • ¿Puedo hacerla de manera distinta y más divertida? Por ejemplo, puedes hacerla con música, o considerarla como un juego o un desafía contigo misma.

Parte 6: Finalmente, reorganiza tus actividades, teniendo en cuenta qué deseas lograr con ellas y cómo deseas sentirte. Eres libre de aportar aún flexibilidad a lo que haces, en todo momento.