Estos días recibí un buen consejo, que me ha ayudado a disminuir mis gastos y mejorar mi capacidad de ahorro. Este consejo fue: cuando vayas a gastar dinero en algo, primero pregúntate si es realmente indispensable eso que vas a comprar.
Lo mismo nos debemos preguntar con el uso que vamos a hacer de nuestro tiempo.
¿Es realmente indispensable trabajar en este proyecto? ¿Es realmente indispensable ver esta serie de Netflix? ¿Es indispensable revisar por quinta vez mi teléfono, antes de las 9 am, o justo antes de irme a dormir? ¿Es indispensable estar enterada de todas las noticias del mundo?
Indispensable no significa que sea una cuestión de vida o muerte. No creo que sólo debamos gastar dinero en las cosas necesarias para nuestra supervivencia (y suprimir el resto), ni que sólo debamos utilizar nuestro tiempo en lo necesario para seguir viviendo, porque la vida es más que sobrevivir.
Indispensable sí tiene que ver con vivir con sentido, para un objetivo, con una intención.
Al hacerte esta pregunta, te obligas a reflexionar si realmente vale la pena utilizar tu tiempo o tu dinero en ese objeto o en esa actividad, en lugar de seguir actuando en modo automático, y de seguir nuestros malos hábitos consumistas (de tiempo y de dinero), satisfaciendo las necesidades de los demás, y olvidando en el camino, las nuestras.