¿Llegas tardes a tus citas o procrastinas constantemente? ¿Tienes tendencia a ser perfeccionista y nunca estás contenta con lo que haces? ¿O eres de las que no suele terminar lo que empiezas porque te pones a trabajar en nuevas ideas? ¿Qué te gustaría cambiar de tu gestión del tiempo? ¿Qué te gustaría mejorar?
Seguramente respondes a estas preguntas con facilidad.
En cambio, si te pregunto, ¿en qué inviertes bien tu tiempo? ¿Cuáles son tus habilidades principales respecto a la gestión del tiempo? ¿Eres puntual, muy productiva y eficaz con tu tiempo? ¿Te es fácil responder a este tipo de pregunta?
La mayoría de las mujeres no son buenas dándose cuenta de aquello en lo que son buenas.
Culturalmente nos han enseñado que para mejorar, debemos modificar aquello en lo que tenemos deficiencia, y olvidarnos de aquello que hacemos muy bien.
Como si lo bueno fuese tan natural, como si no fuese necesario seguir cultivándolo, como si el equilibrio entre felicitarte y criticarte no sea importante, y lo único que cuenta, lo que nos hace crecer, son las críticas y el arreglar nuestros defectos.
Hoy te invito a hacer lo contrario, a darle más cabida a tus virtudes, a lo que sí haces bien a lo largo del día.
Si quieres trabajar este aspecto, te propongo el siguiente ejercicio. Agarra lápiz y papel y responde a estas preguntas:
1. Si piensas en las últimas 24 horas, ¿en qué sentido manejaste bien tu tiempo? Escribe todos los detalles. Anota, como mínimo, 15 cosas.
2. ¿Cuáles son tus 3 principales cualidades en la gestión de tu tiempo?
Sólo cambiarás de manera positiva, cuando pienses cosas positivas de ti.
Sólo cosas buenas nacen del amor.