Skip to content

El momento que lo cambia todo

Por fin te sientas a trabajar y no tienes ganas de hacerlo. Agarras tu teléfono y te pones a revisar las redes sociales, no con la idea de quedarte horas ahí porque sabes que tienes que trabajar. De hecho, agarras tu teléfono sin ningún objetivo en particular otro que pensar en otra cosa. Y ahí te quedas. Te olvidas del resto.

Puedes substituir las redes sociales por tus correos, las noticias, conversaciones con otras personas, shopping virtual, etc.

El fondo es el mismo: no quieres hacer lo que dijiste que harías. Así que no lo haces. Consciente o inconscientemente, buscas excusas.

Durante toda esta escena, hay al menos un momento –que puede durar un microsegundo– en el que te das cuenta de lo que estás haciendo. Un momento en el que puedes decidir si continuar a trabajar o distraerte. Un momento que lo cambia todo.

La próxima vez que algo similar te ocurra (o con cualquier otra situación o decisión de tu vida), recuérdate de ese momento que lo cambia todo.

Al principio, no es necesario que te obligues a cambiar o hacer lo que tenías que hacer. Al principio, simplemente trata de observar ese momento y de observarte a ti, como si fueses una espectadora externa a toda esta escena.

Ten paciencia contigo. Ten compasión y comprensión. Observa simplemente el momento que lo cambia todo.