Éste es una serie de artículos preparados a partir del libro El poder de la atención, de Johann Hari.
Vivimos rodeadas de tantos contaminantes que, según los expertos, no es posible tener un cerebro normal hoy en día.
Solo por vivir en una ciudad contaminada sufres una agresión crónica al cerebro; éste se inflama y eso daña neuronas. Tras años, aumenta el riesgo de demencia.
Quienes viven a menos de 50 metros de una carretera principal tienen un 15% más de riesgo que quienes no.
Pesticidas, plastificantes, retardantes de llama, cosméticos…
Todos los niños hoy nacen “precontaminados” por un cóctel tóxico.
La respuesta necesaria ante este problema, que disminuye nuestra atención, entre otros, pasa por:
- Cuando se introduzcan nuevos químicos, estos deben ser probados antes, no después. Hoy se asume que son seguros hasta que décadas después se demuestra lo contrario.
- Para los químicos ya presentes, la investigación debe hacerse por científicos independientes. Cuando se pruebe que algo es dañino, tenemos que exigir su prohibición.
En contaminación del aire, debemos presionar por el paso obligatorio y rápido a coches eléctricos.