Cuando leo libros o escucho videos que explican cómo definir objetivos, me doy cuenta de que hay una tendencia a confundir objetivos con aspiraciones y plan de acción. Sin embargo, los tres conceptos son diferentes, intervienen en momentos diferentes y tienen objetivos distintos.
La primera etapa al definir tus objetivos es saber a dónde quieres ir a largo plazo, cuál es tu dirección o tus aspiraciones.
La dirección es el PARA QUÉ. ¿Quién quieres ser en tu vida? ¿Para qué quieres vivir?
La segunda etapa es definir tus objetivos. Esto corresponde al QUÉ. ¿Qué quieres hacer concretamente este año o los próximos meses para lograr ese para qué?
Finalmente viene el plan de acción, que consiste en el conjunto de acciones concretas y hábitos que debes lograr para alcanzar tu objetivo. El plan de acción responde al CÓMO. ¿Cómo lograré ese objetivo?
Por ejemplo, si tu aspiración es tener una excelente salud, tu objetivo de este año puede ser rebajar 15 kg, mientras que tu plan de acción consistirá en eliminar el azúcar refinada, anotar los alimentos que consumes e ir al gimnasio tres veces por semana.
La próxima vez que definas objetivos recuerda preguntarte si él no responde más bien a tu aspiración o al plan de acción.