Darte el derecho es aceptar que puedes acceder a lo que deseas en tu vida, siempre y cuando no hagas el mal directo a otras personas, y no sentirte mal por ello.
Date el derecho de SER quien quieres ser, de PENSAR tus propios pensamientos, aunque sean distintos del de los demás, de HACER lo que quieras con tu tiempo, de TENER lo que deseas, de VIVIR la vida que tú diseñas, que tú escoges,
sin culpa,
sin obtener el permiso de los demás,
sin pedir perdón,
sin arrepentimientos.
Si todos nos concedemos este derecho, el mundo sería mucho mejor. Porque cuando no nos damos el derecho de ser, hacer y tener lo que queremos, tampoco le damos ese derecho a los demás y pretendemos que ellos se tienen que sacrificar, tanto como lo hacemos nosotros.
¿Cuál es ese pasatiempo que quieres hacer desde hace mucho, y no te autorizas hacer?
¿Qué te gustaría comprar y no te permites?
¿Cómo preferirías vestirte, pero decides no hacerlo, por el qué dirán?
¿Qué lujo quisieras en tu vida, pero prefieres que no, por sentimiento de culpa?
¿De qué manera te gustaría vivir tu vida? ¿Qué cambios quisieras experimentar, no porque debes, sino porque quieres?
¿Cuándo vas a comenzar a darte el derecho de utilizar tu tiempo como quieras?