Skip to content

Cómo una coach de gestión del tiempo organiza su tiempo

Lo primero que me interesa al manejar mi tiempo es saber qué uso quiero dar a mi tiempo, a mi vida, de manera general. ¿Qué es importante para mí? ¿Qué es fundamental? Luego viene todo el resto.

Cuando mis valores y mi dirección de vida están claros, la decisión de qué hacer y qué no, es mucho más fácil de tomar. No significa que las 24 horas de mi vida las vivo haciendo cosas relacionadas con estos valores o dirección, pero trato de que la mayor parte sí sea dirigida hacia esto. Al menos, ésa es mi intención.

Lo segundo más importante para mí es la preparación. Sé que cuando me preparo mejor, mágicamente, mis emociones están más alineadas con lo que quiero lograr; la duda, el miedo, la ansiedad disminuyen -si no es que desaparecen por completo-, porque aunque sé que la preparación no es una garantía del éxito, sí hará que yo me sienta con más confianza y que tenga menos arrepentimientos si algo no salió como esperaba, por lo que mi probabilidad de éxito aumenta.

La preparación incluye la planificación, es decir, identificar qué voy a hacer y cuándo, especialmente planificar la semana y el día de mañana. La preparación también incluye acostarme todas las noches temprano (para mí, con dos hijos, eso significa antes de las 10 pm). Por último, la preparación implica eso, prepararme, identificar qué voy a hacer, cuál es la mejor manera de hacerlo, qué debo saber antes de hacerlo.

Una cosa que he comenzado a hacer es felicitarme tanto como pueda por las cosas buenas que hago, grandes o pequeñas, nuevas o no. Por ejemplo, me felicito por acostarme temprano, me felicito por pararme temprano y por hacer mi rutina de la mañana, me felicito por cada cosa que termino de mi agenda, me felicito por subir las escaleras en lugar de tomar el ascensor, me felicito por cocinar algo rico (la cocina y yo tenemos una relación tensa que estamos mejorando). Y, me felicito por felicitarme.

En fin, todo se trata de hábitos. Sé que cuando cultivo hábitos de calidad, productivos, mi vida será de calidad y productiva.

Uno de los hábitos que continúo cultivando es el de mantener una relación sana y armoniosa con el tiempo. Cambiar pensamientos como “no tengo suficiente tiempo para hacerlo todo” por “tengo más que tiempo suficiente para hacer todo lo que es importante”, me hace sentir capaz y en control de mi vida y de mi tiempo.

Finalmente, una de las cosas que hago es tomar acción y evaluar. Éste es el hábito cumbre, es el hábito que hace que todos los anteriores tengan sentido y se traduzcan en resultados concretos.