La manera en la que utilizas cada minuto de tu día determina la manera en la que manejas tu vida, y los resultados que logres de ella.
Y esto, por dos razones:
- La gestión del tiempo es la consecuencia del conjunto de hábitos que realizas regularmente.
Cuando desarrollas el hábito de dejar todo para más tarde, esto es lo que harás la mayor parte del tiempo.
Cuando te acostumbras a ser impuntual, llegarás tarde a tus citas, incluso cuando no quieres que esto pase.
Cuando le dices que Sí a los demás, pese a no querer, siempre aceptarás pasar tu tiempo en tareas extrañas, más que en las propias.
Cuando tienes el hábito de manejar tu tiempo de cierta manera, así lo manejarás en todas las circunstancias.
2. Tus resultados son las consecuencias de tus acciones.
Cuando tu tiempo lo utilizas realizando acciones (o hábitos) improductivos, tus resultados no pueden ser más que improductivos, muy lejanos de aquellos que te producirán una vida espectacular. Cuando tus acciones son productivas, alineados con quien eres y con los resultados que quieres, tus resultados no pueden ser sino el reflejo de ellos.
Por ello, tus hábitos determinarán la calidad de tus resultados y, estos, la calidad de tu vida.