A veces sabes que tienes que hacer algo (porque es bueno para ti a largo plazo o porque es una obligación que aceptaste) pero no te provoca hacerlo. Ve Diferencia entre “querer” y “provocar”.
¿Cómo hacer?
- Recuerda por qué eso es beneficioso para ti. Piensa en tu objetivo a largo plazo.
- Mueve tu cuerpo por unos minutos antes de ponerte a hacer eso que no te provoca. Puedes salir a caminar, hacer ejercicios, bailar o escuchar música dinámica.
- Imagínate al final del día habiendo hecho esa actividad. ¿Cómo te sientes? ¿Qué te dirías? ¿Qué pensarías de ti misma?
Ahora, imagina que decidiste no hacerlo. ¿Cómo te sientes? ¿Qué te dirías? ¿Qué pensarías de ti misma?
¿Cuál de las dos opciones prefieres? - Piensa qué te diría tu Yo ideal o, simplemente. ¿Estaría orgulloso de tu decisión?
- En última instancia, siempre puedes decidir no hacerlo. No porque en algún momento te comprometiste a hacer algo, significa que no puedas cambiar de opinión. Simplemente, antes de hacerlo, asegúrate que no sea por responder a un deseo de corto plazo.