Cada mañana, al despertarte, te propongo que lo primero que hagas sea decirte que el día de hoy será un gran día.
También te propongo que en la noche, al acostarte y justo antes de dormir, pienses en qué sentido tuviste un gran día.
De nada sirve hacer este ejercicio de manera mecánica o intelectual. Este ejercicio sólo funcionará en la medida que te recuerdes por qué pasaste un excelente día o, al menos, pienses en lo bueno que te pasó en un día que, de otra manera, habrías pensado que fue fatal o caótico.
Aquí te dejo algunas ideas:
- Estás viva. No siempre lo estarás, pero hoy lo estás.
- Tienes problemas con soluciones, aunque quizás aún no las conozcas.
- Tienes alguien que te quiera o que te haya querido o que te querrá.
- Tienes capacidad de amar, de crear, de inventar, de experimentar, de disfrutar y de vivir.
- Sólo de ti depende creer si tuviste un buen o un mal día.
- Tienes un techo donde pasar la noche.
- Tienes conexión a internet, y eso te permite tener acceso a este blog y a la mayor cantidad de información que jamás nadie antes en la historia de la Humanidad haya tenido.
- Tienes sueños y ambiciones, y eso significa que también tienes la capacidad de lograrlos.
- Puedes ver, puedes respirar, tu corazón late, tus órganos vitales funcionan.
- Y seguro que te pasó algo más fenomenal en el día de hoy, que no listé anteriormente.