¡Felicitate!
Tenemos tan arraigado el hábito de criticarnos por lo que no hicimos, o lo que no hicimos tan bien como queríamos, por lo que no hemos logrado, que nos cuesta ver todo lo que sí hicimos bien, y lo que sí hemos logrado. Nos cuesta felicitarnos. Hoy te pido que olvides esto y te felicites.