Aprópiate de tu tiempo y de las decisiones que tomes con él.
No importa si te equivocas o no, si luego te das cuenta de que pudiste actuar mejor, si te llaman egoísta o irresponsable, aprópiate del derecho de hacer lo que quieras hacer con tu vida y de usar tu tiempo como mejor te parezca.
Haz lo que quieres hacer. No confundas querer y provocar.
Eso significa saber qué es lo que tú deseas en tu vida y qué quieres mantener alejado de ella. Y actuar en función de esa decisión.
Eso implicará que otras personas te juzgarán y criticarán. Déjalas que actúen así, porque tienen el derecho de usar tu tiempo y energía como lo deseen.
¿Por qué haces lo que haces con tu tiempo? ¿Los deseos y las decisiones de quién estás siguiendo cuando actúas?
Responsabilízate y asume tus deseos, tus decisiones y cómo usas tu tiempo, en cada momento.