Hace poco terminé un curso para mejorar mi memoria. En este curso aprendí diferentes técnicas para memorizar más fácilmente los números de teléfono, nombres de las personas, discursos, poemas y cualquier material que deba estudiar y recordar en el futuro.
Si hoy te hablo del tema (aquí, en un blog sobre la gestión del tiempo) es que la relación entre memoria y gestión del tiempo es importante. Y esto, por dos razones:
Primero, memorizar ayuda a no perder tiempo: en buscar algo que no recordamos dónde lo pusimos, en olvidar algo que ya hicimos o en el cómo lo hicimos, en organizar mejor las cosas y, por ende, en evitar realizar actividades innecesarias. Además, desarrollar la memoria y mejorar la gestión del tiempo requieren las mismas habilidades, que desarrollo a continuación.
Y es que, más allá de las técnicas de memorización, lo que más llamó mi atención detrás de estas técnicas, eran los principios o bases comunes a todas ellas.
Prestar atención.
Recordar cualquier cosa depende, antes que nada, de dedicarle nuestra concentración y atención absoluta.
Si algo no obtiene tu atención, jamás lo recordarás.
La atención es tan importante, que las empresas y agencias de publicidad son capaces de gastar fortunas para captar la nuestra, aunque sea por unos segundos.
Organizar ayuda a memorizar.
Algo en común que tienen muchas técnicas de memorización es que nos “obligan” a organizar la información de cierta manera. Al organizar, no sólo consacramos nuestra atención a lo que estamos haciendo, sino que nos apropiamos de lo que queremos hacer. Es como si lo descomponemos en diferentes partes, lo manipulamos y lo transformamos. En este proceso, lo hacemos nuestro. Así, deja de ser algo externo a nosotras, para convertirse en parte de nosotras.
Hacerlo lúdico.
El cerebro dará su atención a lo que le parece novedoso y divertido. Es por eso que si las técnicas de memorización son eficaces, es porque nos sacan un poco de la rutina y del aburrimiento de memorizar algo de manera repetitiva. Algunas pueden convertirse en verdaderos juegos y desafían al cerebro a ver las cosas de manera novedosa.
Si te cuesta memorizar algo, trata de:
- Crear asociaciones a la vez evidentes y asombrosas entre lo que quieres memorizar y cualquier otro aspecto que ya conozcas de tu vida.
- Buscar ver lo que tratas de aprender, de manera sorprendente o exagerada.
- Mirar todo el proceso como un juego.
Poner todas las cartas a tu favor.
Si quieres memorizar algo, debes utilizar todos los medios que puedas para hacerlo: la combinación de varios sentidos (vista, audición, movimiento, olfato y hasta el gusto), la utilización de varias técnicas a la vez (mind mapping, ayudas mnemotécnicas y otras). Ell agregarle emoción a lo que aprendes, sólo facilitará el aprendizaje deseado.
Repetirlo hasta aprenderlo.
Para consolidar lo que has aprendido, generalmente necesitarás repetirlo varias veces, de manera de consolidar ese aprendizaje. En caso contrario, la probabilidad de olvidarlo será bastante importante.
Desearlo.
Por encima de todo, debes desear memorizar esa información. Si no ves la utilidad de aprenderlo, nunca gastarás la energía necesaria para concentrarte, darle tu atención, repetirlo, ni buscar la manera lúdica de aprenderlo.